domingo, 3 de mayo de 2009

Un mundo demasiado grande

Cuando todo va bien, la globalización es algo estupendo: el comercio global florece y los países se enriquecen. Sin embargo, cuando las cosas van mal, la globalización se vuelve algo espantoso. Así, hoy en día, cuando el sistema financiero tropieza y la economía del planeta se ve por los suelos; cuando los conflictos regionales y locales se multiplican como setas venenosas; cuando las redes electrónicas – vitales para el funcionamiento de las sociedades modernas- se vuelven armas de estafa, inclusive de guerra; cuando las migraciones humanas escapan a cualquier control; cuando China, enorme, nos tiene cogidos por el cuello industrial; cuando Rusia vuelve a sus viejos instintos tsaro-estalinistas; cuando hasta el clima parece querer eliminarnos de la superficie de la tierra… Y todavía se me olvidan cosas…
¿Por qué este espanto? ¿Se encuentra de verdad el mundo mucho peor que hace cincuenta, cien o mil años? Sí y no. No, porque materialmente vivimos cada vez mejor. Pero sí, porque, por definición, la globalización nos obliga a estar informados permanentemente de lo que está pasando en cualquier punto del planeta, y a preocuparnos por ello, aunque solo sea manifestando en la calle o escribiendo artículos de opinión en la prensa.

1 comentario:

  1. No os olvidéis de pasar por Spotnik, hoy el último anuncio propio de la semana, y en el que os animamos a participar!!

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