Creo sinceramente que se puede ser realista y optimista a la vez, no son conceptos excluyentes. Nos inundan mensajes por doquier que nos dicen que aceptemos la realidad, empezando por nuestros familiares y amigos hasta los numerosos y actuales medios de comunicación. Pero ¿Que ocurre cuando aceptar la realidad es sinónimo de dolor o miedo?
Si existe un mecanismo de defensa inconsciente que nos ayuda en los momentos difíciles ¿Por qué iba a ser malo? Puede que a lo mejor necesitemos negarnos algo.
Es sabido, y todos hemos vivido una experiencia al respecto, que nuestra mente borra selectivamente episodios dolorosos o incómodos. ¿Funcionará este mecanismo de la misma manera en las personas optimistas que en las pesimistas? Probablemente sea este mecanismo más activo en las personas optimistas…la negación o “olvido” de los acontecimientos dolorosos puede ser una ventaja para que el optimismo vuelva a aflorar con más ímpetu.
¿Será pues esta negación amiga o enemiga? Mientras nuestro inconsciente siga negando –o no- la realidad, nuestra consciencia tiene la misión de ser positiva. Todos necesitamos de un ápice suplementario de alegría en nuestra vida cotidiana, a pesar de que “todo suceda para bien en el mejor de los mundos posibles”.
Si existe un mecanismo de defensa inconsciente que nos ayuda en los momentos difíciles ¿Por qué iba a ser malo? Puede que a lo mejor necesitemos negarnos algo.
Es sabido, y todos hemos vivido una experiencia al respecto, que nuestra mente borra selectivamente episodios dolorosos o incómodos. ¿Funcionará este mecanismo de la misma manera en las personas optimistas que en las pesimistas? Probablemente sea este mecanismo más activo en las personas optimistas…la negación o “olvido” de los acontecimientos dolorosos puede ser una ventaja para que el optimismo vuelva a aflorar con más ímpetu.
¿Será pues esta negación amiga o enemiga? Mientras nuestro inconsciente siga negando –o no- la realidad, nuestra consciencia tiene la misión de ser positiva. Todos necesitamos de un ápice suplementario de alegría en nuestra vida cotidiana, a pesar de que “todo suceda para bien en el mejor de los mundos posibles”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario