Nos leemos pronto...

Este blog esta llegando a su fin, o por lo menos de momento, ya que todo empezó como parte de un trabajo, pero ha acabado siendo algo más. Un espacio donde nos hemos expresado sobre temas de actualidad o bien otros que creíamos que eran importantes de destacar. Nuestro máximo objetivo ha sido que al leernos reflexionarais sobre temas que quedan en un segundo plano en el mundo de prisas y estrés en el que vivimos.

Esperamos que os hayan gustado nuestros artículos y quizás nos volváis a leer muy pronto.

El software social

En nuestra última entrada queremos hacerle un hueco al término software social. Algunos no conocerán este término, que simplemente engloba desde los mensajes de correo electrónico, hasta los chats, blogs o wikis (entornos virtuales para trabajos compartidos), es decir, las aplicaciones que implican de alguna forma la colaboración humana. El blog en el que estamos escribiendo forma parte de esa red social que se amplia y que se considera como el último 'boom' en Internet que ya pega con fuerza en España.
Ya sea para ligar, conocer amigos, hacer negocios o compartir aficiones, existen decenas de sitios web dedicados a crear estas redes sociales, lugares donde invitar a los amigos que ya conocemos o simplemente hacer nuevos amigos a través de la Red. Se trata de utilizar el alcance de la Red para ampliar el círculo de contactos y poder compartir intereses, de la naturaleza que sean, con un gran número de personas sin ninguna limitación física. Como en todo hay gente partidaria de estas redes sociales y las defiende ya que fomentan la posibilidad de estrechar vínculos desconocidos y dispersos y crear un espacio único donde compartir conocimiento. Los detractores de estas redes piensan que amenazan la intimidad de las personas, ya que cualquiera puede ver tus datos personales o fotos.
Creemos que como todas las novedades tienen su lado bueno y su lado malo. El problema no son las posibilidades que nos ofrece Internet, sino el uso que se haga de ellas. Los blogs, ya que este es nuestro caso, creemos que son un espacio donde podemos expresarnos sin que nadie nos censure y dar nuestro punto de vista que quizás los medios de comunicación no nos quieren o no saben dar.

Temida época de exámenes

Cuando se acercan estas fechas los universitarios empiezan a pensar que tendrían que haber empezado mucho antes con los trabajos, y con ponerse a estudiar todo el temario que poco a poco se les ha ido acumulando. “Hoy empiezo” es una frase que se va repitiendo pero que solo cumplimos cuando nos vemos con el agua al cuello. Las bibliotecas están llenas estos días, y en julio quedaran vacías hasta que vuelva a venir la temida época de exámenes de febrero.

Para todos aquellos que piensan que la vida de estudiante es muy fácil les diré que el resto del año es la mejor vida posible, pero en estas fechas el estrés y los agobios no nos dejan hacer nada más que estudiar y estudiar.

¡¡Venga ánimo!!

Respiro

Despues de las fotografías de viaje y sus correlaciones con la memoria, puse de práctica el movimiento, el video, con este corto sobre la incapacidad de reconstruir esa memoria.

http://www.youtube.com/watch?v=mBMAFAWbgTU

El valor del recuerdo

Cuando se mira una imagen, hay dos tiempos de recuerdo: el recuerdo que evoca alguien que ha vivido la experiencia, y el recuerdo que construye una narración (texto o imagen) para alguien que no vivió el tiempo que se evoca.

Producirá efectos distintos. Producirá significados distintos. Evocará memorias definitivamente muy alejadas del objeto/ sujeto de la fotografía.
La foto de la niña de tres o cuatro años que pasea a su abuelo ciego, ya no tiene ningún valor más allá de mi recuerdo. Porque lo que guarda mi memoria es la voz. El abuelo va cantando y pidiendo dinero, todo el día, ambos van recorriendo la playa de arriba abajo, con ese calor pegajoso, una playa de Camboya, Sihanoukville, todo el día, con la ropa pegada al cuerpo y escuchando esa voz….

Enciendo la televisión, en el telediario una noticia informa de que 15.000 niños mueren de hambre diariamente, la mayoría de ellos en Asia y África. Y mi memoria me traslada otra vez a Camboya, donde esta niña, con cuatro años, trabaja todo el día paseando a su abuelo –si es su abuelo- para sacarse un dinero que les permita comer. Esta noticia se repite con frecuencia, de año en año los altos cargos políticos internacionales se reúnen y acaban redactando actas y promesas, proclaman discursos llenos de buenas intenciones y frases esperanzadoras. Pero las palabras no curan las heridas ni salvan vidas.

Postales para turistas

Ahora las imágenes de mi viaje se convierten en postales para turistas, y no son capaces de transmitir nada real. No queda nada ya de lo que yo sentí en el momento de decidir tomar la foto, ni siquiera en mi memoria se repite la misma sensación que tuve con esa primera mirada.

Ahora, después de unos años, construyo nuevos significados sobre la mirada de la niña que vende pescado. Estábamos tan cerca en ese momento, y ahora estamos tan lejos en el tiempo. Hay tanta distancia entre su mirada que se dirige hacia algún punto fuera del encuadre y mi realidad hoy, que el recuerdo que tengo es ya algo construido artificialmente. Lo que pasa con los viajes es que al final a fuerza de ver las fotos una y otra vez, se van borrando otros recuerdos y al final casi solo quedan aquellos que están vinculados a las fotos.

En la historia ocurre lo mismo, es la historia escrita, o las imágenes de la historia lo que cuenta. Porque igual que la memoria se erosiona y es incapaz de retener todo lo vivido, la historia retiene solo lo preciso, para poder seguir un hilo argumental a lo largo de los siglos. Y, si en la historia se han perdido tantos y tantos capítulos de la vida privada, de los pequeños gestos, de las pequeñas historias que sucedieron en lugares en los que nunca pasó nada relevante como para que se escribiera una columna en un periódico local, ¿ Pasa lo mismo en la memoria? Dejamos que las sensaciones se diluyan segundo a segundo y quedan sepultadas en un tiempo que al hombre le parece enorme, pero que solo es un instante, el del salto entre lo vivido y lo recordado.

Camboya, una brecha en la historia

Noy hay posible comparación entre muertos, entre guerras…porque todas son lo mismo. Brechas en la historia, en las que se encastran imágenes, noticias, recuerdos…que sustituyen con mentiras la verdad. La verdad del instante en el que cae una bomba y descuartiza un cuerpo. La verdad de una mina que estalla bajo tu pié y sientes como tus piernas desaparecen y vuelas. La verdad de un cuchillo cortando tu cuello mientras no puedes dejar de mirar a los ojos a tu verdugo. La verdad del miedo al cruzar una calle desierta, pasando junto un cuerpo lleno de moscas.

¿Es posible transmitir la realidad de una guerra a través del tiempo? El ejercicio de imaginación es demasiado pesado, y la realidad de los que no lo sufren demasiado ligera como para poder afrontar el tema de una manera cercana. Las noticias son noticias, no son tratadas como fragmentos de realidad inmediata. Se censuran las imágenes más crudas y se programan imágenes con significados estandarizados, los medios de comunicación de masas, como televisión y prensa , son capaces de neutralizar el significado de las imágenes a través de la repetición, las modas y la ficcionalización de hiperrealidades. El exceso de información, de imágenes, la saturación mediática y visual acaba desinformando.
Así que es posible que yo esté tan lejos de entender la historia de Camboya , el pasado de su genocidio, como esos mismos chicos que viajan en el camión.

Puede que necesitemos negarnos algo

Debo reconocer que las personas particularmente pesimistas siempre me han molestado, su presencia y sus discursos me incomodan, inclusive, me incordian, me resultan cansinos y agotadores. Recuerdo un buen amigo que siempre veía primero el lado negativo de las cosas, su vida era un infierno, un callejón negro y sin salida. Nuestras conversaciones se volvían invariablemente discusiones, y su mayor argumento es que yo no era realista.

Creo sinceramente que se puede ser realista y optimista a la vez, no son conceptos excluyentes. Nos inundan mensajes por doquier que nos dicen que aceptemos la realidad, empezando por nuestros familiares y amigos hasta los numerosos y actuales medios de comunicación. Pero ¿Que ocurre cuando aceptar la realidad es sinónimo de dolor o miedo?
Si existe un mecanismo de defensa inconsciente que nos ayuda en los momentos difíciles ¿Por qué iba a ser malo? Puede que a lo mejor necesitemos negarnos algo.
Es sabido, y todos hemos vivido una experiencia al respecto, que nuestra mente borra selectivamente episodios dolorosos o incómodos. ¿Funcionará este mecanismo de la misma manera en las personas optimistas que en las pesimistas? Probablemente sea este mecanismo más activo en las personas optimistas…la negación o “olvido” de los acontecimientos dolorosos puede ser una ventaja para que el optimismo vuelva a aflorar con más ímpetu.
¿Será pues esta negación amiga o enemiga? Mientras nuestro inconsciente siga negando –o no- la realidad, nuestra consciencia tiene la misión de ser positiva. Todos necesitamos de un ápice suplementario de alegría en nuestra vida cotidiana, a pesar de que “todo suceda para bien en el mejor de los mundos posibles”.

El mejor de los mundos posibles

Uno de mis mejores recuerdos de lectura siendo adolescente pertenece, sin duda, a “Cándido” de Voltaire. Se me quedó grabada en la memoria la famosa doctrina leibniziana según la cual “todo sucede para bien en el mejor de los mundos posibles”. Y esto no significa que sea admiradora o seguidora de Pangloss, ni tampoco de la corriente filosófica optimista de Leibniz, sin embargo, y al igual que Voltaire, esta doctrina siempre me ha dado pie a irónicas replicas en conversaciones con obstinados ingenuos.

En regla general me considero –y me consideran- una persona optimista, desde siempre. Es un valor que viene inscrito en nuestro adn, que no se aprende, y la verdad es que la vida resulta más llevadera teniendo ilusiones que siendo pesimista. El optimismo “común” es un buen aliado para ir descubriendo cosas y abrir puertas desconocidas ya que nos permite lanzarnos a un mundo extranjero. Se podría decir que también es un buen aliado de la curiosidad, ambas cualidades nos impulsan a realizar actos espontáneos –o meditados- que no serían posibles si el miedo o el pensamiento de un posible fracaso nos cohibiera. El ser optimista siempre me ha ayudado a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en mis capacidades y posibilidades para llegar a la meta que me he fijado.

Estudiar a distancia

Al principio como algo nuevo que empiezas da miedo, crees que no serás capaz, que te lo acabaras dejando. No tienes nada claro hasta que llega alguien y te da ese empujoncito que necesitas. No has cogido un libro desde hace años, y cuando te ves frente a todos esos libros, cuadernos, ejercicios y exámenes no sabes por donde empezar.Pides ayuda a gente que esta más familiarizada con estos términos, para que te diga como hacerte un planning, para que te diga en realidad como empezar, pero no es tan difícil. Al principio te cuesta, tienes que leerlo varias veces porque no te concentras, He leído esta frase tres veces, me dices. No estas acostumbrado al silencio de una biblioteca, ni a la vida de estudiante, que ya hace años que dejaste atrás.
Como mucha gente no te pudiste sacar el graduado, en tu caso porque en tu época de “rebeldía” solo ibas al instituto para ver a tu novia y aun así aprobabas los exámenes sin estudiar, solo por lo que escuchabas en clase. No es que no tengas capacidades para estudiar, sino que has perdido el hábito. Eres inteligente pero nunca has tenido a alguien al lado que te dijera todo lo que vales y que para conseguir un sueño hay que luchar.
Ahora con la cabeza un poco más centrada te das cuenta de que quieres estudiar, hacer algo con tu vida, hacer lo que te gusta, y aprovechar el tiempo perdido inscribiéndote en un curso de diseño gráfico, una de las cosas que más te gusta y para lo que vales, de verdad. Tus padres confían en ti y te apoyan aunque te dicen que te esfuerces porque no será fácil. Ayer te dan tu primera nota y lo primero que haces es llamar a tu madre. Están orgullosos de ti, todos están orgullosos de ti, y te dicen: tío, ya era hora ¿no?
Si ya era hora, era el momento de empezar a hacer algo con tu vida, algo que realmente te llenara.Estudiar a distancia no es nada fácil teniendo en cuenta que muchos lo compaginan con largas jornadas de trabajo, pero con esfuerzo todo se consigue.
¡¡Venga valiente, salta!!

Bullying. Intimidación

Siempre dicen que no te crees que algo pase de verdad, hasta que no pasa en tu entorno y lo vives de cerca. Había odio el término bullying, había visto en las noticias casos de acoso escolar que habían sido grabados y difundidos, pero nunca había visto a un niño amenazar a otrode una manera tan violenta en la puerta de un instituto mientras los demás le ríen las gracias a los agresores.
Bullying es un término ingles que significa intimidación. Últimamente parece que sea un término que este de moda, tanto cuando se refiere a acoso en el trabajo, como a acoso escolar. El acoso escolar amenaza a casi un 2% de los niños españoles, para los cuales las aulas se convierten en verdaderos infiernos. Sus agresores se imponen sobre ellos, intimidándoles y en muchos casos llegando a agresiones físicas.
Libre, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies. Esta fue una de las últimas frases que escribió Jokin Zeberio en su diario antes de suicidarse. Este niño de tan solo 14 años llevaba sufriendo en el colegio durante varios años las continuas humillaciones y agresiones de algunos de sus compañeros que le hicieron la vida imposible. La alarma social se encendió con este caso, pero no es el único, y a partir de este muchos más se atrevieron a denunciar la situación que estaban sufriendo ellos mismos o alguno de sus compañeros.
Ser gordo, bajito, demasiado listo o de otra raza, por ejemplo, puede ser la excusa perfecta para que los matones de la escuela la tomen con un niño al que le hacen la vida imposible. Lo peor es que esta violencia en las aulas aumenta año tras año y sin la colaboración de las dos partes que tienen la labor de educar al niño (la familia y la escuela) y la educación en los valores de igualad del propio niño este infierno en las aulas no va a tener fin.

Nora Rodríguez, pedagoga experta en bullying y autora de "Guerra en las aulas": "¿Por qué nadie les enseña a los niños desde pequeños que permanecer callados frente a la violencia los vuelve inmunes, impotentes y vulnerables, e incluso puede llevarlos a ser la próxima víctima? ¿A quién protegen realmente siguiendo la ley del silencio?"

Ganando audiencia...Omitiendo la verdad

Ya hablé en una anterior actualización sobre la televisión, y los programas que pueden llegar a emitir, simplemente para rellenar la parrilla de programación.
Actualmente el morbo y el hecho de querer entretener al público a toda costa sin aportarle nada, son requisitos necesarios para que una cadena emita un programa, en este caso hablaremos de un programa de Tele 5. “De buena ley” es una adaptación de Forum, un programa emitido en la televisión italiana, que corrobora lo dicho anteriormente. En el programa actores imitan situaciones reales dándole una visión judicial,cosa que no se dice a los espectadores sino que simplemente se omite. Se imitan situaciones que le pueden ocurrir a cualquier ciudadano de a pie, pero que son juzgadas delante de un público, que da su opinión, y de un juez que emite su veredicto.
La audiencia no sabe que son actores, aunque no hay que ser muy avispado para verlo, porque todo el programa esta forzado y se ve que no es muy real. La primera vez que vi este programa fue por casualidad, situación que nos ha pasado a todos de dejar la tele encendida esperando a ver que ponen después del programa que estamos viendo. No me podía creer que Tele 5 se atreviera a emitir esto, y me recordó a otros programas similares que se han emitido, con índices de audiencia muy elevados en países como EE.UU. como La juez Judy.
Peleas entre vecinos, cuestiones de herencias, divorcios sin consenso, son algunos de los temas que se tratan en este court show, pero la pregunta es: ¿Tendría el programa la misma audiencia si los espectadores supieran que todo lo que están viendo no es real? ¿Dónde queda entonces la credibilidad del espacio y la cadena? Simplemente contesta cuando se le pregunta, mientras omite el hecho de que son actores, para que los espectadores no dejen de ver el programa.

http://www.youtube.com/watch?v=L9QBatTt6W8 - Video Promoción del programa
http://www.youtube.com/watch?v=hKOM_ezO7Ao - La Sexta, parodia al programa
http://www.youtube.com/watch?v=9PF0nL0Bp_k - Un video del programa

Quinta Edición del Cinema en Valencià

¿Os apetece ir al cine esta noche?

Como cada martes hasta el 30 de junio, el público valenciano tiene una cita con el cine, en los cines UGC Ciné Cité. La Universidad de Valencia organiza la Quinta Edición del Cinema en Valencià en la ciudad de Valencia, donde de forma semanal se proyectarán películas habladas o subtituladas en valenciano. La entrada será gratuita para los universitarios y un acompañante.
Hoy se proyectará la película Vicky Cristina Barcelona del director norteamericano Woody Allen, y que cuenta con actrices de la talla de Scarlett Johansson o Penélope Cruz.
Os dejo la página donde podeis consultar que película se va a proyectar cada martes, así como toda la informacion referente a las entradas,los horarios...

http://www.cinemaenvalencia.com/cinemaenvalencia.htm

http://www.vickycristinabarcelonalapelicula.es/castellano/trailer.html

"Asante Sana doctor Cavadas.Muchas gracias doctor Cavadas"

Su nombre es Pedro Cavadas, cirujano valenciano, conocido internacionalmente por las operaciones tan complicadas que ha llevado a cabo. Esto es lo que leí, después de ver un documental sobre este gran profesional, y quise informarme sobre su trabajo.

“Asante Sana doctor Cavadas”, es el título del documental que hace unas semanas se emitió en el programa Dossiers en Canal 9. En este documental se puede ver el magnífico trabajo que realiza el doctor Cavadas en una población del norte de Kenia, a la que acude tres o cuatro veces al año y donde realiza unas 50 operaciones a la semana. Lo que este equipo consigue es operar al mayor número de gente posible, seleccionando los casos más graves que necesitan ser intervenidos antes. Aunque existen muchas dificultades, su equipo y él mismo buscan alternativas para que ningún caso quede por atender. La falta de oxígeno o el estado en que se encontraron los quirófanos cuando llegaron, hicieron que estos profesionales tuvieran que emplear técnicas que en Occidente serían pecado, pero que en África son necesarias ya que los recursos son muy limitados.

Para el doctor Cavadas los viajes a África son el contrapunto necesario que hace que no olvide la esencia de la medicina, esa dimensión humana, que en Occidente se ve eclipsada por la tecnología y la vanidad.

Me sorprendió mucho este documental y os recomiendo que lo veáis, aunque hay imágenes muy duras. El segundo enlace corresponde a una entrevista que aparece hoy en el periódico 20 minutos y que merece la pena leer.

http://www.rtvv.es/alacarta/princiv.asp?idioma=0&id_video=854

http://www.20minutos.es/noticia/467681/0/pedro/cavadas/entrevista/

Diques de contención

Pues entonces, en este mundo demasiado grande, ¿qué podemos hacer? Reconociendo que, por instinto, no soy muy partidaria de la globalización, me parece que, en estos momentos, cuando este mundo inmenso tiene tan mala cara, lo más razonable sería establecer, por lo menos temporalmente, ciertas protecciones contra sus flujos económicos y políticos más violentos, de la misma manera que se construyen diques de contención para frenar los avances salvajes del mar o el desbordamiento de los ríos. Podemos observar que la mayoría de los estados, incluyendo a los partidarios más entusiastas del liberalismo, como son Estados Unidos o Alemania, tienen, cada vez más –¿por instinto de supervivencia?- unas reacciones puntuales de proteccionismo que buscan frenar y limitar la compra, por el medio de riquísimos fondos de Estado extranjeros, de empresas de petróleo.
Al fin y al cabo, el hecho de protegerse no tiene porqué sonar mal, sobretodo sí de esa manera, protegiéndose a uno mismo, evitamos perder la cabeza y poner el resto del mundo a fuego y sangre.

Los buenos en nuestro bando

Siguiendo mi razonamiento de ayer, el del mundo demasiado grande..pues bien, la tierra es muy grande, es infinita, y nuestro cerebro, por muy admirable que sea, todavía no está adaptado para poder gestionar racionalmente una inmensidad de esta índole. Pero esto es normal, ya que durante la mayor parte de nuestra historia en la tierra, nuestro horizonte pocas veces a sobrepasado la línea azul de la playa más cercana…
Resumiendo, cuando todo va bien, conseguimos gestionar el mundo a nuestra manera, y cuando todo va mal, ya no lo conseguimos. Peor todavía, confrontados al tamaño y a la complejidad del mundo perdemos los papeles, y entonces, para tranquilizarnos, cedemos a la tentación de simplificar la realidad a ultranza -el Bien, el Mal, los Buenos en nuestro bando, los Malos en nuestra contra-, empecemos pues una guerra para darnos ánimo, sancionemos a troche y moche, enfadémonos, golpeemos el puño sobre la mesa, lancemos amenazas a diestro y siniestro. En otras palabras, cuando nos vemos confrontados a un mundo demasiado grande y complejo para nuestras pobres cabecitas, nos volvemos peligrosos.

Un mundo demasiado grande

Cuando todo va bien, la globalización es algo estupendo: el comercio global florece y los países se enriquecen. Sin embargo, cuando las cosas van mal, la globalización se vuelve algo espantoso. Así, hoy en día, cuando el sistema financiero tropieza y la economía del planeta se ve por los suelos; cuando los conflictos regionales y locales se multiplican como setas venenosas; cuando las redes electrónicas – vitales para el funcionamiento de las sociedades modernas- se vuelven armas de estafa, inclusive de guerra; cuando las migraciones humanas escapan a cualquier control; cuando China, enorme, nos tiene cogidos por el cuello industrial; cuando Rusia vuelve a sus viejos instintos tsaro-estalinistas; cuando hasta el clima parece querer eliminarnos de la superficie de la tierra… Y todavía se me olvidan cosas…
¿Por qué este espanto? ¿Se encuentra de verdad el mundo mucho peor que hace cincuenta, cien o mil años? Sí y no. No, porque materialmente vivimos cada vez mejor. Pero sí, porque, por definición, la globalización nos obliga a estar informados permanentemente de lo que está pasando en cualquier punto del planeta, y a preocuparnos por ello, aunque solo sea manifestando en la calle o escribiendo artículos de opinión en la prensa.