lunes, 23 de marzo de 2009

Su muerte en directo

En esta sociedad en la que vivimos podemos comprar y vender cualquier cosa. Es cierto que el dinero mueve a este mundo capitalista, pero hemos llegado a un punto en que ya no nos llega a sorprender nada. Hoy leyendo una noticia en el periódico me he preguntado: ¿Cómo se puede llegar a vender la muerte de uno mismo?, ¿Cómo son capaces los medios de comunicación de comprar los últimos meses de vida de una persona, para emitirlos en el horario de prime time?
Las respuestas se encuentran en la historia de Jade Goody, una ciudadana británica que sufria un cáncer terminal y que ha vendido al mejor postor sus últimos meses de vida. El caso de esta británica que ha vendido su muerte destapa el debate de hasta donde pueden llegar los medios de comunicación para lograr aumentar su audiencia. Algunos la critican por vender algo tan privado, pero quizás lo que deberiamos de pensar es el por que los medios llegan a querer comprar esta historia. Si las televisiones compran este tipo de historias es porque hay una audiencia interesada. Lo que está claro es que el espectáculo es ahora quien manda en la televisión, junto a querer maximizar los beneficios.
¿Existen unos límites éticos que los medios no pueden traspasar? Creo que deberían de existir, ya que los medios se han convertido en algo puramente comercial, donde todo vale, todo está permitido. Aunque esta historia ha finalizado hoy mismo con la muerte de su protagonista con tan solo 27 años, el debate que se ha generado sigue abierto. El caso de esta británica ha destapado la caja de pandora.


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