miércoles, 4 de marzo de 2009

“La vida puede entenderse del revés, pero debe vivirse hacia adelante”.


“La vida puede entenderse del revés, pero debe vivirse hacia adelante”. Esta fue una de las frases que más llamo mi atención del trailer de la nueva película de David Fincher. De la adaptación de la historia que escribió F.Scott Fitzgerald a principios del siglo XX, nace la película “El curioso caso de Benjamín Button”. Fuimos a verla con un grupo de amigos, y cada uno de ellos tuvo una reacción diferente, pero al final de la película todos coincidimos en que a pesar de durar más de dos horas no se nos había hecho para nada larga. La historia como el propio Benjamín define su nacimiento, es inusual, y hace que el espectador se vea inmerso en una historia más que curiosa, como ya nos advierte el título. El espectador queda enganchado a un relato fascinante, una historia que aunque en algunos momentos transcurra lentamente, no deja lugar al aburrimiento, como si ocurre en otras películas tan largas.
Un Brad Pitt casi irreconocible al principio, se va convirtiendo de anciano a joven, pasando por cada etapa de la vida al revés que la gente que le rodea. Siendo un niño diferente con aspecto de anciano, se enamora de Daisy interpretada por Cate Blanchett, mujer que marcará su vida hasta el final.
Hay muchos momentos que vale la pena rescatar de esta película inteligente a la vez que soñadora. ¿Cuantas veces habremos soñado en que el tiempo funcionara hacia atrás? En poder retroceder para volver a escribir nuestra historia. La película nos da una solución a nuestros miedos. Aunque se viva la vida del revés, seguiremos cometiendo los mismos errores, tendremos que seguir tomando decisiones y los amores o desamores marcarán nuestra vida.

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