lunes, 13 de abril de 2009

Tiempos de observación


¿Qué relación tienen las fotos que yo hice en mi viaje a Asia y las fotos de la guerra civil española, las fotos de la posguerra española, y las fotos de huesos y de cráneos, y las fotos del genocidio nazi y las fotos de …?
La visión de una imagen se convierte en un nuevo nodo de forma instantánea, e inmediatamente conecta con todas las imágenes anteriores, con todos los viajes anteriores, con todas las experiencias anteriores, y a partir de ahí, compara y define.
Y a la vez hay dos tiempos de observación en las fotografías de mi viaje a Asia: el tiempo del instante en el que mi dedo pulsa al botón para abrir el obturador y el tiempo posterior en el que observo (-amos) la foto positivada o impresa en papel. En los dos tiempos la memoria juega un papel decisivo (las comparaciones) con una velocidad de vértigo.
Hago la foto de esas niñas mientras voy en autobús en un movimiento casi igual de rápido que mi cerebro, y durante un mínimo instante comparo a esas niñas con todos los niños de mi país y todos los niños del resto de países que he conocido antes, comparo mi infancia con la suya, comparo su familia con la mía me imagino incluso un poco de su vida, de su día a día, comparo su moto con mi coche…ya que he visto a las familias viajar por las carreteras con 4 personas subidas en la moto.

Y así, como fotógrafa-turista decido voluntariamente o no el sentido que cada imagen que tomo tendrá después. Después yo veré mi propia foto, ya de vuelta a España. Y otras personas observarán la imagen por primera vez, recurrirán a su memoria de nuevo, para comparar, como punto de partida para la interpretación. Y así las imágenes pasarán a suplantar la realidad que había existido en un momento fugaz y concreto.
En la memoria, como en la historia.

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